La Paz, 13 nov.- Se publicó por primera vez en el perfil de facebook de Satori Gigie un lunes 27 de octubre al promediar las 14:50 - luego de esa primera publicación donde muestra una fotografía de una señora cargando un aguayo y llevándose en una carretilla al majestuoso Illimani - icono de la ciudad de La Paz - se volvió viral en las Redes Sociales y el Internet, haciendo que muchos que lo compartieron no respetar los créditos ni mencionaron al autor y fueron los mismos comentarios en las redes sociales quienes reclaman por respetar los derechos de autor.

Wilfredo Limachi Mamani de 27 años de edad, aficionado y no experto en fotografía, aclara, conocido en la red del facebook como Satori Gigie, “Satori” por el término japonés que designa la iluminación en el budismo zen, y Gigie porque su sobrina no podía pronunciar el nombre de Willi y terminaba diciéndole “Gigie”. Egresado de la carrera de comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), conocido vecino en la zona de Pasanqueri–zona intermedia entre las ciudades de La Paz y El Alto –donde sus variadas fotografías y algunas frases publicadas en Internet son referentes desde ese punto geográfico. Sus publicaciones denotan el detalle y mensajes que quiere compartirlo no solo con la comunidad internauta sino con todo aquel que quiera conocerlo, es quien tomo la fotografía no pensando el impacto que causaría en varios espacios.

Cuenta que fue una tarde de arduo y duro trabajo,terminando de lavar la ropa de se usa en la semana y haciendo la limpieza en su domicilio, su madre;Valentina Mamani de 65 años de edad oriunda de Guaqui “ya cansadita” - recuerda en su mente cuando habla de ella - se disponía a votar los restos de hojas y arbustos caídos en todo el patio de su casa, con frecuencia lo votan al barranco que está a pocos pasos su domicilio, de inmediato Satori colgó su cámara al hombro y fue detrás de ella. Recuerda que intentó varias tomas, busco el ángulo exacto y fue la culpa de un amigo canino conocido de una de las esquinas que pretendía morderlo, con los ladridos lo obligo a retroceder unos pasos y sacar el momento exacto cuando su madre se llevaba el majestuoso nevado del Illimani.

Valentina Mamani carga un aguayo y lleva en una carretilla al Illimani.

La foto en Internet es viral, internautas y algunos expertos en fotografía lo bautizaron con varios nombres desde; “Mujer aimara que trabaja en los andes” hasta nombre como “mujer de pollera se roba el Illimani en carretilla”. Según el autor,en la foto solo quiso reflejar el valor de una mujer trabajadora quiso reflejar“la mujer para seguir trabajando, y a seguir construyendo esta ciudad y este mundo”.

Compartida más de un millón de veces del muro original y cuantas veces por otros usuarios en todo espacio posible,salió en varios medios de comunicación como una de las fotos de las maravillas de la ciudad de La Paz, y una en el portal “New 7 Wonders” como referencia a la ciudad de La Paz entre una de las 7 ciudades maravilla del Mundo y como autor “Angie Satori”, que según Satori fue por enviarles en reiteras ocasiones mensajes que hagan el favor de respetar los créditos.

Una vez enterado por la cantidad de compartidos y vistos en muchos espacios, Satori, le entrega una foto impresa a su madre, “aún no tiene marco, es grande para colgarlo en la pared” y le comenta sobre los comentarios en Internet y muchos amigos que lo felicitaron; “todos dicen que eres una mujer valerosa, trabajadora, tienes mucha fuerza y nunca te vas a caer” le dijo a su madre, ella sonrió y le respondió, “de que sirve, contame en que te ayuda”, menciona entrecortándose la voz. “Esta foto llegó a Francia, EE.UU. España y todos dicen que te cuide” le reitera a su madre.

Para Valentina según Satori, no ve o aun no entiende el valor del trabajo con poco esfuerzo, ella vivió y conoce el trabajo con esfuerzo y sacrificio, termina entrecortándose aún más la voz.

¿Cuál es objetivo de esta foto? Inicialmente contestó que se mantenga el mensaje y el objetivo: “sigamos construyendo un mundo mejor”. Como lo colocó en su muro de Facebook, espera que se fije y se refleje a una mujer trabajando, tomando en cuenta los días y horas de trabajo.

En segundo lugar, no presentará ningún reclamo o aclaración a ninguna institución por su autoría, sé compartido y muchos saben de su autoría, es un verdadero gusto que lo llena de alegría. Muchos amigos entre profesionales le reclamaron que debería de colocar un sello en la foto, reconoce que quizá fue un error pero ese, no era el objetivo.

En tercer lugar, él tiene un sueño, que con el pasar del tiempo lo cumplirá dándole toda la alegría a su madre y la necesidad en hacer más fotografías y vivir de ello.

No quiere lucro, pero quiere que mejore la situación de su madre al igual que muchas madres son solo en Bolivia, mujeres, sacrificadas, trabajadoras. Entrecortando nuevamente su voz, recuerda que su madre se sacrificó mucho desde antes que su padre los abandonó (2009), incluso comenta que fue con el “BonoSol” - renta de Bs. 200 que se da a los mayores de 60 años en Bolivia – cuidando de a peso a peso para que su madre logre y sacrifique para que sus hijos culminen la universidad.

Valentina Mamani con la foto impresa.

Una vez enterado que plagiaron la foto de su madre y no respetaron los créditos, los primeros días de noviembre, saca una nueva publicación en su perfil de Facebook con el título “Podrán robarme la foto, pero no podrán robarme a mi mamá. donde escribe:

- ¿Y ahora, de qué sirve que haya llegado, esa foto, a Europa, a Estados Unidos? Preguntó Valentina Mamani. (La mujer que carga el Illimani en su carretilla)

- Mamá, sirve porque ahora, yo la quiero más.

- Sí hijo. Yo sé que me quieres. Pero mira, ya no juegues, estás mal. Ojók, ojók nomás estás diciendo, tan lejos vas y tan tarde caminas, sacando fotos nomás... (ojók significa toser)

- Mami, vos no estás pisando cualquier suelo, porque estás pisando el ingreso a mi habitación. No sabes en lo que se va a convertir todo esto. Aquí se van a desenvolver los debates más candentes sobre cultura, arte y filosofía, y todo a través de la fotografía y la literatura.

- Ojalá lo logres hijo, ojalá, porque hasta ahora, de vos, sólo palabras han salido.

- Tengo un sueño que no le puedo contar ahora...

(Mamá abandonó el lugar, y en ese instante pensé: "Esta no es una ciudad maravilla, no puede serlo si todavía hay mujeres que trabajan así, tan tarde en los domingos...")

- ¡Espere Madre!, yo no quiero lucro, eso no me entendió. Yo quiero que cambie su situación y el de todas las mujeres, y para ello, tengo un sueño que no le puedo contar ahora...

- Sabes que en todo, siempre te voy a apoyar hijo...

Nota de Tonny López, Periodista freelance / EABOLIVIA.COM