26 oct.- Después de la movilización de los indígenas de Tierras Bajas, la sociedad tomó cuenta de la problemática de la otra mitad del país y surgen voces para que el oriente boliviano tenga mayor reconocimiento en el país, a través de la representatividad y los símbolos como la bandera patujú.

La marcha por la defensa del TIPNIS, generó unidad en todos los bolivianos. Oriente y occidente marcharon por un fin común, el respeto a los derechos de los pueblos.

Bandera patujú acompañó a marcha indígena del TIPNISDado el carácter plurinacional del nuevo Estado, el Gobierno debió respetar a los indígenas y campesinos y entablar el diálogo antes de que las movilizaciones rebasen al control de las autoridades. Sin embargo, el reconocimiento a los originarios, establecido en la Carta Magna fue ignorado o interpretado por el Ejecutivo y las acusaciones y ataques políticos fueron el discurso permanente del Gobierno, mientras la marcha crecía avanzaba y generaba apoyo ciudadano.

ERA POSTCONSTITUYENTE

Otro factor destacado fue la simbología generada en esta movilización. Una bandera propia surgió a partir de una flor reconocida por la CPE como símbolo patrio, la patujú. Ahora, las voces que se suman al reconocimiento de esta bandera como característica y representaticva de los pueblos del oriente son cada vez mayores.

El politólogo Franklin Pareja, manifestó que el Gobierno recibió una dolorosa lección con una marcha que se dio en pleno proceso post constituyente, siendo ésta una acción contradictoria para el nuevo Estado.

“Para el Gobierno ha sido muy doloroso reconocer su propia Constitución, porque los derechos de los indígenas han sido constitucionalizados, pero cuando los pueblos han exigido respeto a esos derechos entonces fueron descalificados y eso expresa que no había voluntad sincera del Gobierno para reconocer los derechos indígenas. Es inaceptable que los indígenas hayan tenido que marcha y presionar para pedir respeto a sus derechos en una etapa post constituyente”.

SÍMBOLO DEL ORIENTE

El analista también se refirió a la simbología de los pueblos indígenas del oriente, que suman la mitad de Bolivia con 34 de las 36 pueblos y naciones reconocidas dentro del Estado plurinacional, en este caso la bandera patujú que fue el emblema de los marchistas y que caminó junto a la sagrada Tricolor y la wiphala desde Trinidad hacia La Paz.

“La plurinacionalidad no sólo se expresa en el reconocimiento de las naciones sino en el reconocimiento y respeto a sus símbolos y eso muestra que Bolivia no es sólo es andinocentrista, porque se deben revalorizar a los pueblos del oriente y sus símbolos. La wiphala tiene valor para el occidente y en igual medida se debe reconocer la patujú como símbolo del oriente”, expuso.

PRIMERA IZA OFICIAL

La bandera patujú fue izada el 24 de septiembre en los festejos por la efeméride de Santa Cruz y los propios marchistas coincidieron en que se está elaborando un proyecto para que el Estado reconozca este emblema como símbolo nacional equiparable a la whipala que es representativa del Altiplano de Bolivia.

El artículo 6 de la Constitución Política del Estado establece que son símbolos del Estado la bandera tricolor rojo amarillo y verde; el himno nacional boliviano; el escudo de armas; la wiphala; la escarapela; la flor de la kantuta y la flor del patujú.

Para introducir esta bandera en la Carta Magna se requiere de una modificación aprobada por la Asamblea Legislativa y su ejecución se aplicaría después de una gestión, es decir cinco años. Sin embargo, de manera espontánea ya se realizó la iza con todos los honores a partir de septiembre y por reconocimiento a la marcha del TIPNIS.