El Alto, 20 jun.- De acuerdo con datos de la Organización de Trabajadoras Nocturnas de El Alto (OTN), en esta urbe existen al menos 200 casas de lenocinio clandestinas frente a sólo 18 de estos centros que cuentan con las autorizaciones correspondientes de la Alcaldía.

La Dirección de Seguridad Ciudadana, a cargo del mayor Dayler Zurita, no cuenta con datos precisos sobre la cantidad de estos negocios que funcionan de manera ilegal, pero dijo que al momento el municipio no emite autorizaciones ya que la elaboración del reglamento para su funcionamiento se encuentra paralizada.

Trabajadoras Nocturnas de El Alto se cocieron los labios la semana pasada.“Una de las grandes dificultades, en todos los casos, es que no se los puede clausurar de forma directa porque son antros que se hacen pasar como privados. Nosotros sólo podemos intervenir por su actividad comercial”, dijo Dayler Zurita. Señaló que hace falta una normativa para el funcionamiento de los prostíbulos que no sólo tenga carácter municipal, ya que la que rige actualmente data de hace más de 100 años.

Por su parte, Lily Cortez, presidenta de la OTN señaló que lamentablemente la falta de emisión de autorizaciones de funcionamiento para los lenocinios hace que proliferen negocios que se hacen pasar por alojamientos, baños y otros, pero que en realidad son prostíbulos.

“Además, también es contraproducente para nosotras, porque las compañeras que van a trabajar a uno de estos lugares muchas veces no se fijan si es un negocio legal o no, solo van a trabajar, y si tienen la mala suerte de que se dé un operativo, muchas veces son víctimas de abuso de autoridad y agresiones físicas por parte de gendarmes y la policía”, explicó. Cortez afirmó que las trabajadoras sexuales, más de mil sólo en El Alto, son las primeras interesadas en que se legalicen las casas de citas para contar con seguridad y un trato digno.

“Nosotras trabajamos no por gusto, sino por necesidad, porque somos madres solteras y necesitamos mantener a nuestros hijos, y lastimosamente en las últimas batidas hemos sido víctimas de mucha violencia, por eso somos las primeras interesadas en que se reglamenten los lenocinios y haya los controles, para que se trate a las trabajadoras nocturnas con dignidad y sin mellar nuestra dignidad por el trabajo que realizamos”, afirmó.

Precisamente la pasada semana, las trabajadoras sexuales tuvieron que iniciar medidas de presión extremas, como coserse los labios y suspender sus controles médicos en protesta porque, hace más de 15 días, la Intendencia realizó un operativo donde los gendarmes ediles supuestamente procedieron físicamente a las trabajadoras sexuales.

Tras una negociación entre la Dirección Municipal de Seguridad Ciudadana y la OTN se acordó que en adelante una representante de las meretrices participará en los operativos de control, para que no se incurra en abusos de autoridad.

Centros de delitos

Por su parte, el mayor Zurita señaló que el municipio también espera que se apruebe la normativa requerida para reglamentar y legalizar los prostíbulos en El Alto, pues en los últimos años se vio que varios negocios clandestinos ocultan centros desde donde operan redes de tratantes de personas. “Al momento registramos cerca a 20 lenocinios legales, y otros 12 clubes privados, que incluso cuentan con autorizaciones policiales, pero hemos realizado operativos donde encontramos alojamientos que funcionan como lenocinios, baños públicos que ocultan estas actividades, y en varios casos estos lugares funcionan obligando a menores de edad, entre hombres y mujeres a prostituirse”, explicó.

El Director de Seguridad Ciudadana lamentó que la falta de voluntad y acuerdos por parte de organizaciones a quienes atañen estas problemáticas están paralizando la aprobación de estas normativas.

Sin embargo, Zurita afirmó que en vista del último conflicto desatado, desde la Alcadía se impulsará el tratamiento de este reglamento, para comenzar a poner orden en los negocios nocturnos y precautelar la seguridad de las meretrices y los clientes.

Gabriela Ramos - Cambio