Iquique, 10 dic.- La etapa maratón del rally Dakar comenzó el sábado muy temprano con la salida de los coches desde Iquique, Chile, hasta el salar de Uyuni, conocido como "espejo del cielo", una maravilla natural que tiene Bolivia a una altura de 3.650 metros sobre el nivel del mar, donde la tierra se confunde con el cielo.

El piloto Nasser Saleh Al Attiyah, un príncipe qatarí, dijo que peleará por llegar primero al territorio boliviano y mirarse en el espejo del cielo, en cuyos alrededores miles de personas esperan para observar el paso del rally más duro del mundo que ya pasó por Argentina y Chile.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, también recibirá a los competidores en Uyuni.

"Va ser una día muy importante", dijo Al-Attiyah, ganador de la mitad de las seis etapas que ya se corrieron desde Buenos Aires hasta el norte chileno.

"Estamos en la pelea y trataremos de empujar lo que más que podamos", señaló.

La Etapa 7 es un momento clave en el Dakar, porque no habrá vehículos de apoyo y los competidores tendrán que ejercer de mecánicos y cuidarse para resistir.

En esta jornada del rally, sólo los coches estarán en pista, las motos y los quads realizarán el recorrido entre Iquique y Uyuni el domingo.

Cuando lleguen a Uyuni, finalizará el trayecto de ida de la etapa maratón, tomando en cuenta que el retorno a Iquique será el lunes.

Los camiones no ingresarán a Bolivia, permanecerán en Iquique.

En la primera parte de la etapa maratón boliviana se acumulan las dificultades: para empezar, un largo enlace obligó a madrugar, para subir progresivamente a más de 3.500 metros de altitud y, una vez en el altiplano, comenzará la especial, con instrucciones de seguir muy detenidamente el road-book (libro de ruta), porque las intersecciones serán muy numerosas. (ABI)