Las cábalas y tradiciones para recibir un nuevo año existieron desde tiempos inmemoriales y responden a la necesidad que tiene el ser humano de mantener la esperanza de tener dinero, felicidad y amor en los tiempos que vendrán. Comer 12 uvas, trepar escaleras, consumir carne de chancho, contar dinero a la medianoche son algunas de las cábalas de Año Nuevo en Bolivia.

Las 12 uvas para la suerte

Una de las costumbres más populares para recibir el Año Nuevo es el consumo de 12 uvas que, según se cree, deben ser comidas en el momento justo en que suenan las 12 campanadas que inician la flamante gestión.

Cábalas de Año Nuevo en Bolivia

La creencia dice que, a medida que se vaya degustando y saboreando cada uva, aumenta la buena fortuna para cada mes venidero.

Las doce uvas son una tradición que se inició en España, donde, en 1909, unos viticultores alicantinos la difundieron para dar salida a un excedente de cosecha.

Luego, esta costumbre importada a América fue variando; por ejemplo, en Argentina se consume pasas.

Ascender a sitios altos

Con un atuendo elegante, se debe subir al lugar más alto de la casa, si es posible subir a una escalera y esperar ahí las 12.00 de la noche para atraer la buena suerte. En algunos hogares la gente acostumbra subir a una silla o a una mesa y esperar allí que pase la medianoche.

Se cree que esta costumbre tiene su origen en China, país donde el famoso viajero Marco Polo vio cómo sus habitantes creaban figuras de animales cubiertas con papel y luego las colgaban en sitios altos durante las celebraciones de Año Nuevo.

Cargar maletas para viajar

Recibir el Año Nuevo caminando con maletas es otra superstición de esta fiesta. La creencia asegura que esto permitirá que la persona realice viajes en el futuro. Hay quienes salen a la puerta con la maleta, justo a medianoche, y también están las que creen que es mejor todavía dar toda una vuelta a la manzana con esta carga.

Se trata de una vieja tradición rumana, seguramente heredada de los zíngaros, los que en el último minuto del año viejo salían a la puerta y daban vueltas sobre sí mismos en alusión al tránsito que recorre el planeta alrededor del Sol. Así retornaban a su hogar al iniciarse el nuevo año, lo que además auguraba ventura y fortuna.

El champagne burbujeante

El brindis para recibir el nuevo año es infaltable en los hogares bolivianos. Para esto es necesario que se prevea la compra de un buen champagne o un vino espumoso, ya que las burbujas que se forman al momento de servir las copas representarán la felicidad de todo el año.

El chocar las copas entre familiares y amigos tiene un profundo significado: el brindar, que implica cierta ofrenda por parte de cada persona.

Los antiguos reyes chocaban con fuerza sus vasos de madera para que el líquido de ambos saltara y se mezclara antes de que bebieran, como muestra de confianza, ya que era posible que alguna estuviera envenenada.

Prender velas de colores

Una de las creencias más antiguas es prender velas justo a medianoche. El color manda en el significado.

Si es roja, la persona que la enciende se asegura el amor fiel; la vela negra sirve para alumbrar las pasiones; la fuccia, para retener al ser amado; la naranja vence a rivales y atrae y seduce a quien se pretenda.

Una vela celeste consume las dificultades; la café es considerada un guardián para los negocios; el azul ilumina y guía a la persona hacia la fortuna; la verde ayuda en la buena salud; la lila ayuda a cumplir los deseos.

Las velas deben permanecer encendidas y dejar que se consuman hasta el día siguiente.

El cerdo y la abundancia

Para la última noche del año viejo, los diferentes platos elaborados con carne de cerdo son los más requeridos por las familias, como fricasé, fritanga y lechón al horno, porque, según las creencias, se debe consumir este producto para obtener prosperidad.

Se cree que en la cena de año nuevo y en el primer día del nuevo año hay que comer cerdo para tener abundancia y alimentarse hasta hastiarse, pero, eso sí, nunca comer pollo, a menos que se quiera pasar el año desplumado y sin dinero en el bolsillo.

Esperar al año con dinero

Quizás la cábala a la que más acude la gente es la de recibir las doce campanadas con dinero en las manos o dentro de los zapatos, para que éste no falte durante el año que se avecina.

Se cree que para que la plata no falte los 365 días venideros se debe contar billetes justo a medianoche, desde el primer segundo del nuevo año. Hay quienes, para garantizar la disposición monetaria, reciben el año con un buen manojo de billetes sujetos fuertemente entre las manos.

Una variación común es poner uno o más billetes de mayor valor que se tenga en los bolsillos o en la suela del calzado que se usa y, claro, tratar de no llevar monedas en esta noche.

El color de la ropa interior

Aunque se trata de prendas íntimas que prácticamente pasarán inadvertidas en las fiestas de fin de año, el utilizar ropa interior amarilla, roja o blanca es una de las tradiciones más difundidas en nuestro medio.

El amarillo lo usan las personas que desean atraer energía, dinero y salud, aunque se aclara que el color de la prenda debe ser intenso, no opaco, o se logrará lo contrario.

Para conservar o encontrar el amor, la gente acostumbra usar prendas íntimas rojas o rosadas; mientras que para los jóvenes se recomienda el uso de prendas blancas, porque representan la amistad y la paz. Se dice que es aún mejor usarlas al revés.