a Virgen del Carmen, patrona de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz e ícono de la revolución de criollos y mestizosLa Paz, 16 jul.- Cuenta la tradición que iracundos funcionarios de la Corona de España tomaron presa la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz e ícono de la revolución de criollos y mestizos y con el propósito de no dejar traza alguna del alzamiento, que también envolvió a los indios y que habría de detonar la revolución americana en las colonias ultramarinas de España, la deportaron.

La imagen de la Virgen del Carmen, hoy patrona de la Policía boliviana, que llevaba en andas la noche ese 16 de julio de 1809 la feligresía paceña, en que se mimetizaron los rebeldes, y que disparó la rebelión de los colonizados, la sacaron de juego.

Fueron a dejarla en la entonces lejana zona de San Sebastián, en los depósitos de, ahora, esa céntrica parroquia capitalina.

Se trataba de castigar a la feligresía cómplice de los insurrectos, en cabeza del abogado criollo Pedro Domingo Murillo.

"En esa fecha era costumbre que la imagen de la Virgen del Carmen, que era la Patrona de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, tenga una misa de fiesta, seguida de una procesión", narra el sacerdote católico Hugo Trujillo.

Los cofrades emergieron la imagen de la Virgen que esa noche lucía coronada, extrañamente, por un gorro frigio. Era una suerte de santo y seña.

"En vez de lucir su corona de oro incrustada de perlas, con la que siempre se la veía, en esa ocasión tenía un gorro frigio y nadie sabía por qué se hizo ese cambio", repara Trujillo.

Nadie?más que los insurrectos.

Esa fue la señal para gatillar la revolución.

Los alzados se tomaron las casonas sedes de los poderes representantes de Madrid y dieron por fuera a las autoridades políticas y religiosas.

Cuando estaba a punto de acabar la procesión, a eso de las siete de la noche, cuando la Virgen ya estaba siendo ingresada a la Iglesia principal de La Paz, en ese momento se escuchó el detonar de armas y los gritos de los rebeldes que depusieron al gobernador Tadeo Dávila y al obispo Remigio de la Santa y Ortega, describe la historia de la revolución de La Paz.

"Lo interesante es que la Virgen del Carmen fue tomada en calidad de presa y luego deportada de la Iglesia Principal, a otra iglesia, a San Sebastián (que hoy corona la Plaza Alonso de Mendoza, en homenaje al fundador de La Paz en 1548) donde permaneció mucho tiempo, todo por haber llevado el gorro frigio y por ser considerada como revolucionaria y parte de la rebelión" de los cholos paceños del 809.

Hay coincidencia que entre los cancerberos de la Virgen no tenían propensiones iconoclastas.

El cura José Antonio Medina, que se connivió con Murillo y conformó la Junta Tuitiva, alcanzó a escapar antes que Murillo y los revolucionarios y salvó su cabeza de la horca y la ablación con que los funcionarios de la Corona solían enseñar a las poblaciones americanas a mantenerse a pie juntillas, en el destierro en el seno mismo de su propia patria.

La Paz conmemora el viernes el 201 aniversario de esa revolución con un oficio multirreligioso en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de La Paz, donde la Virgen del Carmen tiene un lugar de privilegio, más allá de esta historia terrenal. Por Víctor Hugo Mayorga / ABI