La Paz, 30 may.- La festividad, que se inició a principios del siglo XX, tiene su origen en el siglo XVII, cuando una religiosa de las Concepcionistas apareció con la imagen de tres rostros del Señor Jesús del Gran Poder.

Pese a los siglos que transcurrieron, el fervor y la fe al ‘Tata’ del Gran Poder se mantiene en el entusiasmo y devoción del pueblo, que cada año cumple con los rituales y con la promesa religiosa. Este año participaron de la Entrada Folklórica 60 fraternidades con diversas danzas y también cumplieron el compromiso de proteger la fauna silvestre del país.

Los fraternos del Gran Poder danzaron con devoción en la festividad que se originó a  principios del siglo XX en la zona Chijini.La sátira en las danzas de Chuquiago

El historiador Marcelo Arduz dice en su obra El verdadero retrato del Señor del Gran Poder de la Santísima Trinidad, editada en La Paz en 2006, que como resultado del choque entre culturas, las coreografías de las danzas indígenas asumieron modalidades nuevas, como la incorporación de las máscaras y el disfraz.

Esta incorporación, dice Arduz, en algunos casos sirvió como expresión de protesta que permitió satirizar o ridiculizar al invasor, lo que dio origen a las expresiones folklóricas de mestizaje y sincretismo que perduran hasta hoy y que se bailan en el Gran Poder.

Por referencia del cronista español Ramos Gavilán se conoce que la primera ‘entrada’ folklórica en América se realizó durante la entronización de la Virgen de Copacabana a orillas del lago Titicaca. La costumbre fue trasladada a Chuquiago con la festividad del Señor del Gran Poder en la popular zona Chijini. Inicialmente la festividad sólo se realizaba para la clase indígena y no ingresaba al centro urbano de La Paz, ahora integra a miles de danzantes.