La Paz, 18 oct.- Una multitudinaria marcha llegó ayer hasta el frontis de la Embajada de Estados Unidos, en La Paz, para reclamar que la justicia de ese país dé curso a la extradición del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, el principal responsable de los cruentos hechos de octubre de 2003, que dejaron como saldo 67 muertos y más de 400 heridos en la ciudad de El Alto a manos de fuerzas militares que respondían a instrucciones.

Por convocatoria de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve) y de la Central Obrera Regional (COR), miles de personas, gritando estribillos, lanzando petardos y exhibiendo pancartas, partieron desde el Multifuncional de la Ceja y recorrieron la avenida Naciones Unidas, Kollasuyo, Garita de Lima, Montes, Mariscal Santa Cruz y Arce, hasta llegar a la misión diplomática del país del norte.

Una mujer frente a la embajada de EEUU muestra afiche con rostro de Sanchez de Lozada y el pedido de justiciaLa Policía desplazó un importante contingente de efectivos para resguardar las instalaciones y controlar la situación. La bandera de EEUU, que habitualmente flamea cerca de la puerta de ingreso, fue retirada y sólo se observaba la colocada en el último piso del edificio principal.

Durante la movilización, los funcionarios de la misión permanecieron en el interior del edificio, mientras que la multitud se quedó incólume por varias horas en la parte frontal de éste.

“Compañeros, ¿qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo? ¡Ahora carajo!”, fue el permanente estribillo que entonaban los manifestantes.

El mitin se limitó a la quema de carteles con el retrato de Sánchez de Lozada. La protesta concluyó poco más del mediodía sin que se registren incidentes.

Justicia

El presidente de la Fejuve, Javier Ajno, anunció que las movilizaciones continuarán porque “no queremos ser engañados otros nueve años”. Expresó su deseo de que el Gobierno logre revertir la decisión política del Ejecutivo estadounidense para la entrega legal de Sánchez de Lozada a la justicia boliviana.

Ajno también demandó el apoyo de la comunidad internacional a esta causa, porque solamente “pedimos justicia y que las autoridades hagan cumplir la petición del pueblo boliviano”.

El secretario ejecutivo de la COR, Remigio Condori, protestó por el despliegue policial para proteger la Embajada estadounidense, cuando las autoridades de ese país se niegan a extraditar a Sánchez de Lozada y a Carlos Sánchez Berzaín, su ministro de Defensa.

“Ni olvido ni perdón hasta que Goni (como se le decía al ex presidente) llegue a pagar sus crímenes”, añadió Condori.

Los autores “viven felices en EEUU”

“Exijo justicia. Que Goni llegue a Bolivia para responder por los daños ocasionados”, dijo a Cambio Luis Alfredo Castaño Romero, herido el 12 de octubre de 2003, en la zona de Senkata, en la urbe alteña.

Castaño contó que perdió la pierna derecha de un balazo, cuando iba a su casa. Reconoció que recibió ayuda económica, “pero usted sabe que la plata se va, no me soluciona nada, yo me quedo eterno (dijo al mostrar que le falta una pierna)”. Era albañil y ahora trabaja “en la Gobernación con un sueldo bajo”. Tiene esposa y cinco hijos.

María Choque, una de las marchistas, dijo que fue testigo de las sangrientas jornadas. Felizmente no le pasó nada a ella ni a su familia, pero sí a algunas personas que conoce y que perdieron a sus seres queridos, mientras los autores de esos hechos “viven felices en EEUU”, dijo.(Cambio)