La Paz, 10 de nov.- En la plaza principal de Coroico, los viejitos charlan, los niños juegan al policía y al ladrón, los cholitas venden sus verduras. Todo parece en cualquier sitio en Bolivia. Todo, no. Aquí, ambas comunidades se mezclan: los aimaras y los africanos viven juntos en el norte de las Yungas.

Pero a pesar de la primera vista, los negritos no están todavía integrados. Hoy se anotan muchos actos racistas. Vicente, afro boliviano, cuenta: "En la calle, muchas personas nos miran con desdén. Oigo advertencias de madres aimaras a sus niños que me molestan. A menudo se trata de clichés históricos".

Comunidad afro bolivianaLa comunidad afro boliviana vive en Tocaña, un pueblo ubicado a 17 kilómetros de Coroico. En las calles, paisaje típico del lugar, calificado como lo trópico de La Paz. Pequeñas casas de colores y caminos con fruteros.

Pero aquí, los habitantes han conservado los orígenes africanos: músicas, ritos y costumbres de la vida cotidiana. Y al mismo tiempo se visten como cholita y campesino andinos. De donde nace la cultura 'afro boliviana'.

La comunidad ha llegado en el siglo 16. Es la más importante del país. Los antepasados han sido traídos como esclavos para cultivar la coca. Actualmente se estima en 20.000 afrobolivianos en la región. Tienen las mayores plantaciones de coca en Bolivia.

Al menos 38 familias viven en Tocaña, o sea unas 200 personas. Venden coca y frutas. La mayoría de ellos sale del pueblo para estudiar. Vicente confía: " los jóvenes estudian para ayudar al pueblo. Algunos eligen de ser enfermero por los primeros auxilios a los tocaños".

Hoy, con más de 500 años de existencia en la Bolivia, la comunidad minoritaria no se beneficia del reconocimiento del Estado boliviano. Falta igualdad. Por ejemplo, no puede votar a las elecciones.

Desde largo tiempo, los afrobolivianos luchan para disfrutar de sus derechos. Han creado el comité de representación oficial.

Además manifiesta se deseo de dar su cultura a conocer a los bolivianos. Bailan durante el carnaval, por ejemplo.

Por fin, organiza visitas turísticas del pueblo. Así se descubre la cultura afro boliviana a través de un vídeo y del encuentro con la gente. (ABI/Por Sofia Lapy)