Santa Cruz, 20 Feb. (NAN).- El cardenal Julio Terrazas llamó este domingo a los bolivianos a dejar el “revanchismo barato y las broncas” y asumir el pedido cristiano de “dar la otra mejilla” al estilo de Dios porque así es posible evitar en el país ambientes peleas y síntomas de violencia.

Durante su homilía recordó que los odios y venganzas ahondan la división y enfrentamientos en nuestro país, por lo que pidió “orar por los enemigos, por los perseguidores y rezar por los que someten a las ilusiones pasajeras”.

Cardenal Julio TerrazasCriticó la actitud de las personas que asumen una posición de venganza, odio para sacar algún beneficio chantajeándolos, sin considerar que el mensaje de Dios es amar al prójimo, incluido a los enemigos para cambiar las maneras de relacionarse y cambiar todas aquellas expresiones que no llevan a la concordia ni a la paz sino a un constante enfrentamiento.

A tiempo de saludar a todos los fieles congregados en la catedral de Santa Cruz, el Cardenal pidió escuchar con atención el mensaje que se presenta aún en medio de tantas palabras que se pronuncian estos días incluidas las palabras carnavalescas propias de este tiempo.

El mal – dijo - no se cura con mal, al contrario si alguien te da una bofetada ofrece la otra mejilla; sin embargo parece que en nuestro contexto esta frase se la usa de forma provocativa, irónica o burlona para poner a prueba la paciencia de aquellos que tienen que soportar amenazas, persecuciones e injusticias.

Admitió que el mensaje esa una dura exigencia para una nueva vida y para que los discípulos sean perfectos como el Padre que está en los cielos. “Así atraemos a los enemigos a los que no podemos condenarlos eternamente”, dijo al pedir a los cristianos a encontrar el camino de la fraternidad, la hermandad, dejando el mal.

Terrazas sostuvo que el amar a los enemigos es un pedido de la Iglesia, una solicitud clara que no necesita de mayor comentario en el país, pero sí necesita de personas que “lo pongan en práctica, delante de la violencia que existe, de las guerras que se multiplican por todos lados, de los hechos violentos en calles y carreteras en nuestras ciudades, delante de todo lo que es odio lo que es rencor e insulto”.

Indicó que con la actitud de dar la otra mejilla es posible atraer a los que piensan de forma distinta; no para vengarse sino para que ingresen en esa corriente de vida y esperanza. La iglesia no puede condenar, puede hablar del pecado y sus consecuencias pero no puede condenar a nadie por más daño que se haya hecho, aquí está la fuerza y verdadero sentido del mandamiento de amarnos los unos a los otros, dijo.

El mensaje de este domingo señala que la felicidad más grande es sufrir y ser perseguido por causa del Reino, un reino de amor y justicia pero no de un amor pasajero y mercantilista o de adhesiones por miedo temor o amenazas.

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