El Alto, 24 nov.- El drama del abandono de los adultos mayores crece cada día en la urbe alteña. De acuerdo con datos del Programa de Restitución de Derechos del Adulto Mayor, al menos dos adultos mayores son abandonados cada semana.

El nivel de abandono de los ancianos es tal, que los dos únicos albergues privados de esta urbe se encuentran saturados y los internos atraviesan por una situación crítica.

El drama del abandono de los adultos mayores crece cada día en la ciudad de El Alto.Muchas personas de la tercera edad se pierden en las frías calles alteñas y no pueden retornar a sus domicilios, según la Unidad de Protección al Adulto Mayor (Upam).

Esta entidad tiene en su recinto a dos abuelitas, de aproximadamente 85 años, que fueron abandonadas hace un año, cada una de ellas con una frazada en la mano. Fueron encontradas buscando su domicilio en el Distrito 3 de esta urbe. Como corresponde, la Upam inició la búsqueda de sus familiares con la ayuda de algunos medios de comunicación solidarios.

Luego de varios días de búsqueda, y al no encontrar a ningún familiar que reclame por ellas, se solicitó su internación en el Hogar San Martín, de la zona San Felipe de Sek’e del Distrito 4, dependiente de La Fundación Cuerpo de Cristo del padre Sebastián Obermaier.

Ignacia y Julia se ponen contentas cuando reciben una golosina de las encargadas. Enfundadas en sus mandiles, ambas sonríen, ignorando su tragedia. Ignacia Mamani, una mujer de pollera, fue encontrada en inmediaciones de la entidad financiera Prodem, de la calle 3 de la avenida 6 de Marzo, con una frazada en la mano y sin documentos de identidad. Por ello, el nombre que recibe es convencional, pues ella no recuerda el suyo. Debido a esto se presume que fue abandonada.

El de Julia Cori, también mujer de pollera y con nombre convencional, es otro de los casos. Ella fue abandonada en noviembre de 2009 en Villa Ingenio, en el Distrito 5, y en este tiempo no fue reclamada por ningún familiar. Su edad avanzada no le permite escuchar, pero es una caminante afanosa y silenciosa de los pasillos del hogar que la acogió.

El 17 de noviembre, a mediodía, Manuela Acho, de 90 años de edad, fue encontrada caminando en la zona 2 de Febrero. Ante la imposibilidad de hallar su domicilio, ella fue remitida al Hogar Yepeto de Villa Cooperativa, en la calle Eliodoro Villazón del Distrito 7, pero hasta hoy nadie la reclama.

A las 22.00 de ese mismo día, Gabriel Huarachi Mamani, de 61 años, fue encontrado en la zona San José por la Brigada de Familia, instancia que lo derivó a la oficina del adulto mayor.

Según esa oficina, de un total de cuatro a cinco abuelos extraviados, sólo dos son reclamados por sus familiares, los demás tienen que ser internados en los hogares.

Juan Gabriel Pérez/cambio