Nuevo León es una de las zonas de México más azotadas por la violencia del narcotráfico, pero en esta región del noreste del país hay una ciudad que constituye un oasis, donde los índices de criminalidad están a la baja, se dice que la policía es confiable y el crimen organizado mantiene al mínimo sus actividades: San Pedro Garza García.

Esta ciudad, considerada la más rica de Latinoamérica por su gran desarrollo social, económico e industrial, está situada al sur de la zona conurbana de Monterrey y registra los índices más bajos en robos de vehículos, asesinatos y secuestros: sólo el 1% del total de delitos perpetrados en Nuevo León, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia.

Sin embargo, el resto de la zona metropolitana, conformada por seis ciudades, tuvo durante 2011 un récord de más de 1.600 asesinatos relacionados con la guerra entre Los Zetas y el cártel del Golfo.

La seguridad de la que gozan los más de 125.000 habitantes con que cuenta el municipio se ve reflejada en la afluencia de personas a los restaurantes por las noches y a espacios públicos familiares como la Calzada del Valle, una zona recreativa utilizada por personalidades de alto nivel socioeconómico.

“No es sólo el municipio más rico de Latinoamérica, sino también el más educado y civilizado. Aquí en San Pedro Garza García viven cientos de egresados de maestrías de todo el mundo. Tiene grandes corporativos y las clases sociales más altas”, dijo el polémico alcalde del municipio, Mauricio Fernández Garza.

Calles limpias y ordenadas, grandes residencias, centros comerciales vanguardistas y amplias zonas recreativas son algunas de las características de este municipio, además de ser sede de oficinas de empresas transnacionales como Vitro, Alfa, Cemex, Femsa y hogar de importantes directivos de firmas.

Hasta hace un año, el alcalde decía que había un grupo especial de inteligencia financiado por empresarios que tenía como función evitar la entrada de grupos del crimen organizado a la zona.

Desde el inicio de su administración en 2009 -que concluye este año-, el edil se ganó la fama de polémico tanto con su estilo un tanto agresivo ante los micrófonos como por declarar que tomaría atribuciones que no le correspondían como alcalde, con tal de terminar con los secuestros, extorsiones y tráfico de drogas en su área.

Fernández Garza llegó a llamar “metiche” al presidente de México, Felipe Calderón, por su supuesta injerencia en la vida interna del Partido Acción Nacional (PAN), al que ambos pertenecen, e hizo cuestionamientos a la guerra contra el narco del gobierno. Sus palabras llegaron a oídos del mandatario, y el alcalde fue llamado a declarar tres veces ante la Procuraduría General de la República (PGR) por distintos casos.

El propio secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, dijo en 2010 que el alcalde debería “estar en la cárcel, ante sus evidentes vínculos y negociaciones con los narcotraficantes”, según reprodujeron medios mexicanos.

Las autoridades municipales afirman que uno de los métodos de blindaje contra la delincuencia implementado es la prevención del delito, pues la urbe ofrece oportunidades de empleo, vivienda, educación, deporte y esparcimiento.

 
Esta nota fue publicada en la revista Miradas del domingo 29 de abril.




Fuente: http://paginasiete.bo/2012-04-28/Miradas/Destacados/18Mir001290412.aspx

Publicidad