La exuberante flora y la fauna de la región amazónica de Moxos no pasan inadvertidas cuando se visita San Ignacio de Moxos, en cuya laguna Isireri se disfruta de atardeceres extraordinarios. La capital folklórica de Beni cuenta con el único templo en pie de los que fueron construidos por los discípulos de la Compañía de Jesús en la selva moxeña. Se respira cultura con el establecimiento de un museo religioso, de una escuela de música y del archivo de música misional. Se encuentra a 89 kilómetros de Trinidad y la ciudad fue fundada como misión en 1689, a 20 kilómetros de su actual ubicación. En 1743-49, fue trasladada donde ahora se encuentra, cerca de la paradisíaca laguna Isireri y de las lagunas “satélites” Mausa y Mapunani.

 
Esta nota fue publicada en la revista Miradas del domingo 29 de abril.





Fuente: http://paginasiete.bo/2012-04-28/Miradas/Destacados/19Mir001290412.aspx

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