La Zona Mínima de Oxígeno (ZMO), un fenómeno constatado en sólo tres franjas del planeta -Pacífico Suroriental, Pacífico Nororiental y el Mar Arábico- fue investigada por un grupo multidisciplinario internacional en las costas chilenas.

Con tecnología de punta y a bordo del crucero MOOZ-4 (Microbio Oceanographic Minimun Zone), científicos daneses, americanos y chilenos realizaron la cuarta expedición, esta vez excepcionalmente en el sur de las costas chilenas, frente a Dichato, epicentro del terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010 que destruyó el principal balneario de la región del Bío Bío, a 500 kilómetros de Santiago.

Casi un enigma

Una de las pocas investigaciones realizadas en Chile sobre la Zona Mínima de Oxígeno.La ZMO se produce en muy pocos lugares en el mundo y se origina por las bajas concentraciones de oxígeno disuelto en una zona determinada del océano. Pese a su importancia, es poco aún el conocimiento acerca de los mecanismos que contribuyen a su permanencia y su efecto sobre el ecosistema marino.

La expedición marítima conocida cono MOOZ, financiada por el instituto estadounidense Auguron, consistió en los años 2008, 2009 y 2010 en un crucero anual de diez días por las costas de la zona norte de Chile.

Este año, por primera vez se efectuó en el sur, frente a Dichato. “En las costas chilenas del norte, la mínima de oxígeno se mantiene de forma permanente durante el año, por lo que entre los 50 y 450 metros de profundidad marina es posible reconocer condiciones anóxicas (sin oxígeno) en el agua”, expresó el investigador y coordinador general del crucero, Gadiel Alarcón.

Explicó que a diferencia del norte chileno, en las costas de Concepción este fenómeno es estacional, es decir, se produce sólo entre diciembre y marzo.

En el MOOZ-4 participó un equipo de 40 investigadores (académicos, técnicos, estudiantes de pre y post grado), quienes utilizaron la estación de Dichato como centro de operaciones, y navegaron en la Kay Kay II, embarcación de la UDEC, que fue recuperada y reparada tras el tsunami de 2010.

En investigación

En esta experiencia se utilizó tecnología de punta, avaluada en millones de dólares: laboratorios móviles, citómetros de flujo, sistema de bombeo de agua basado en un CTD (temperatura, salinidad, conductividad, oxígeno), entre otros complejos aparatos.

La académica de la UDEC, doctora Camila Fernández, quien participó por primera vez en esta experiencia, comentó que “queríamos obtener una fotografía de todo lo que está activo en un momento dado en la columna de agua y viviendo sin oxígeno”.

Ahora analiza los datos obtenidos con un instrumento conocido como “PPS”, de los que hay pocos en el mundo, y que funciona como un sistema de bombeo “in situ”, donde el aparato desciende desde el barco hacia la profundidad marina que se desea muestrear y bombea agua por un circuito hacia la superficie, respetando las pequeñas concentraciones de oxígeno del agua sin contaminar las muestras.

Fuente: paginasiete

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