La Paz, 30 may.- Transcurrieron cuatro siglos y la devoción y fe por el Señor Jesús del Gran Poder aún es conservada por el pueblo boliviano con la celebración de la festividad conocida también como la fiesta mayor de los Andes.

Este año participaron 60 fraternidades en la fastuosa Entrada Folklórica del Gran Poder. “Este año es especial”, decían algunos bailarines en su paso rítmico por el palco oficial. Ellos se referían a un hecho especial: que ningún disfraz fue confeccionado con el uso de partes de animales silvestres. “El Gran Poder tiene ahora el poder ecológico”, replicaron.

Miles de danzantes de 60 fraternidades cumplieron con la promesa del señor del Gran Poder en denominada “fiesta mayor de los Andes”.Los amautas (sabios aymaras) realizaron sus rituales, como el encendido de sus k’oas y junto a las autoridades municipales de La Paz dieron inicio a la entrada folklórica que con miles de danzantes y músicos partieron desde la zona El Tejar, llegaron a Chijini, donde se inició la tradicional festividad a principios del siglo XX, pasaron bailando por el centro de la ciudad y concluyeron su trayecto en Miraflores.

Ésta es la principal festividad del calendario folklórico del país. Las fraternidades, que se organizan con mucha anterioridad a la fiesta, mostraron sus lujosos vestuarios y demostraron que invirtieron para la contratación de las mejores bandas musicales; algunas llegaron del interior y del exterior.

“El Tata (del Gran Poder) siempre es milagroso...”, repitieron los danzantes, que convencidos de su fervor cumplieron con la promesa de bailar por el Tata, el Señor Jesús del Gran Poder. Está lejana la época del inicio de la festividad, a principios del siglo XX, cuando sólo se realizaba como una fiesta popular de la zona Chijini sin poder ingresar al centro de la urbe paceña. Se tienen estimaciones de que este año participaron más de 30 mil bailarines junto a centenares de bandas; algunas estrenaron composiciones musicales.

Los prestes o pasantes esperaron en sus locales a los bailarines, que al terminar con su recorrido comenzaron con la celebración de la fiesta junto a las mejores orquestas y grupos folklóricos. Cada fraternidad cumple con sus propias tradiciones y rituales entre sus fraternos y lo principal es alegrarse por cumplir con la promesa al Tata.

Los festejos continuarán hasta el jueves de la siguiente semana, cuando se cumpla la sart’a (despedida) del preste del Señor del Gran Poder. Se cumplió un año más de la tradición, alimentada con el fervor y la fe del pueblo.(Edwin Conde / Cambio)

Rumbo al Gran Poder 2011