5 jun.- “Bolivia tiene una población mayoritariamente originaria, más de 30 etnias habitan el territorio, son indios y somos indios los bolivianos de piel más clara que asumimos la cultura andina como propia, porque ser indio, nos parece, no depende tanto del color de la epidermis, depende de la mirada sobre el mundo y de la vida”.

Así Jorge Sanjinés reivindicó a los indígenas y su aporte a la historia contemporánea olvidada por muchos, durante la presentación de su nueva obra cinematográfica Insurgentes en la 42ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se realiza en Tiquipaya, Cochabamba.

Una escena de la obra del cineasta boliviano Jorge Sanjinés, presentada en la 42 Asamblea de la OEASanjinés dejó a los espectadores una opinión en torno a la película que dijo “se origina en otro gran olvido, el olvido que hace la propia sociedad boliviana de circunstancias y personajes históricos sin cuya memoria, en nuestro entender, no podríamos saber a cabalidad quiénes somos los bolivianos”.

De hecho, la película recrea una serie de episodios de la lucha del país, pasando por el cerco de Túpac Katari a la ciudad de La Paz en 1781, las guerras de la Independencia y sus impulsores.

A decir de Sanjinés, éstos como muchos de los constructores de la historia nacional fueron olvidados, y no se los recuerda en su verdadera dimensión.

Comentó que desde la invasión europea los indígenas fueron incluidos en una nefasta leyenda negra y “calumniados, vilipendiados, desprestigiados y no pocas veces maldecidos”.

“Esa leyenda negra ha servido mucho al occidente para justificar el más grande genocidio de la historia, destrucción de las culturas indígenas, el despojo y la explotación de los indios”, mencionó.

Sin embargo, la lucha y tesón de los pueblos indígenas fue más frente a esa idea errónea. Éstos fueron a construir toda una teoría que sirve ahora de soporte en campos como la medicina, la agricultura, la política y permitieron la organización social.

Sanjinés señaló que todos estos aportes “no son difundidos, no se conocen y no se enseñan”

Es más, dijo que sólo son materias de especialistas; sin embargo insistió en que “sería inimaginable la civilización de la modernidad sin el alquitrán, sin el asfalto, sin el caucho, que eran conocidos por los indios mucho antes que (Cristóbal) Colón llegara” al continente.

El cineasta concluye que “quizá el presente más fabuloso que los indios han ofrecido a la humanidad entera, residente en la práctica terca, es su visión colectivista de la vida”.

A ello agrega que los indígenas anularon “las tentaciones del egocentrismo al contener la hipertrofia del individualismo que en otras sociedades generó la propiedad privada y la práctica de la acumulación personal”.

“Estructuraron sociedades de extraordinario equilibrio en las que el nosotros se antepuso al yo, perfilando con la meta de todos el bien colectivo”, dijo Sanjinés, director de Ukamau (1966), Yawar Mallku (1969), El coraje del pueblo (1971), Las banderas del amanecer (1983) y La nación clandestina (1989).(Cambio)