Para el año 2030, la mayoría de los glaciares de la Cordillera Real boliviana habrán desaparecido; el mítico Lago Titicaca se habrá reducido y dividido en tres partes; la creciente escasez de agua en el área metropolitana de La Paz y El Alto mermará su crecimiento poblacional; la producción agropecuaria del altiplano se verá afectada por el clima desfavorable; el potencial productivo de las tierras bajas se reducirá fuertemente por el incremento de la velocidad del viento, sequías e inundaciones, y la degradación de suelos; la oferta productiva de los valles se inviabilizará por efectos climáticos negativos; las urbes de la zona oriental serán objeto de profundos cambios y restricciones, producto de inundaciones constantes y grave contaminación. Un escenario apocalíptico, de no tomarse urgentes medidas para prevenirlo.

1940-2009 - Lo que queda del glaciar Chacaltaya

Esta son los resultados de los modelos científicos de simulación del Foro “Cambio Climático: Efectos, Impactos, Oportunidades y Desafíos para Bolivia”, evento llevado a cabo este miércoles en la ciudad de La Paz y co-organizado por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y respaldado por la organización mundial de conservación WWF Bolivia.

Tras recoger este dramático y apocalíptico escenario de parte de especialistas en la materia, sobre los peligros que se ciernen sobre el territorio boliviano, los asistentes al Foro advirtieron que sus efectos sólo podrán mitigarse con esfuerzos y políticas de largo plazo, y a todo nivel.

“Gran parte de los daños causados a la salud del planeta ya no tienen remedio”, afirmó la directora ejecutiva de la FAN, Karin Columba Zárate. “Lo que se espera lograr es una estabilización de las condiciones mínimas climáticas que permitan la continuación de la vida bajo un escenario altamente impactado. Está en nuestras manos, como sociedad, gobiernos y sector privado, cambiar nuestras prácticas de producción, consumo y vida para enfrentar y mitigar los efectos del cambio climático”, agregó.

El mítico Lago Titicaca se habrá reducido y dividido en tres partes.TOQUE DE ALERTA PARA BOLIVIA POR CAMBIO CLIMATICO

El toque de alerta sobre los riesgos en el ecosistema boliviano fue dado por los expositores Joerg Seifert-Granzin y Natalia Calderón, expertos en la temática y funcionarios de la FAN, quienes se encargaron de proyectar los escenarios futuros y desafíos en materia de preservación ambiental.

“A partir de varios estudios y proyecciones, se advierten serios riesgos en materia climática para Bolivia. En el altiplano asistiremos a la desaparición de los glaciares en la cordillera lo que incidirá en la capacidad de regular el flujo de disponibilidad de agua, afectando a sus poblaciones. Por el contrario, en tierras bajas tendremos inundaciones severas que afectarán a la capacidad productiva y al propio ecosistema”, indicó Seifert-Granzin, de nacionalidad alemana, con una amplia trayectoria en el campo de la investigación sobre el tema.

Natalia Calderón, Coordinadora del Departamento de Cambio Climático y Servicios Ambientales de la FAN, informó que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ya había establecido tendencias de comportamiento climático para Sudamérica, caracterizadas por reducción de la disponibilidad de agua, desaparición de glaciares, y de recursos hídricos entre un 15 y 20%, pérdida del 30% de especies, desertización de tierras agrícolas y pérdida de producción, y la sabanización de la amazonia.

“Esta tendencia ya la estamos advirtiendo actualmente en nuestro territorio y el problema podría tornarse crónico, lo que obliga a tomar acciones directas desde la familias, autoridades municipales, gobiernos nacionales y entidades privadas”, dijo. (Fuente:ERBOL)