Se tiene certeza de que antes del descubrimiento de América, los nativos utilizaban petróleo como medicina y para el alumbrado de sus chozas. Lo obtenían sin dificultad de las filtraciones encontradas a lo largo de la zona sub andina, a orillas del lago Titicaca y otras zonas del altiplano.

Primeros años de la explotación del petróleo en Bolivia

En 1875 se intentó ejecutar la primera explotación de petróleo por la Empresa boliviana COROCORO que encontró y perforó un pozo cerca del lago Titicaca. 

En 1916 en la frontera con Chile, a lo largo del Ferrocarril Arica-La Paz, la empresa chilena "Caupolican-Calacoto Consolidada" perforó dos pozos. Al mismo tiempo en Cueva, de la provincia Cordillera en el departamento de Santa Cruz, la empresa británica "Farward Company" perforó otros dos pozos. Estos intentos no tuvieron éxito por la falta de capitales y técnica para la realización de dichos trabajos.

En 1920 la Compañía RICHMOND LEHERING CO. firmó un contrato con el gobierno boliviano, para explorar y explotar los depósitos de petróleo. Fue la primera empresa que mandó un cuerpo de geólogos para el trabajo de reconocimiento y al mismo tiempo empleó métodos modernos para la localización de las nuevas fuentes petroleras del país.

Historia del petróleo en Bolivia

En 1921 la "RICHMOND LEHERING CO" transfirió su contrato a la STANDARD OIL CO. de New Jersey, la que a su vez creó una compañía subsidiaria que se denominó "STANDARD OIL COMPANY OF BOLIVIA", mediante un nuevo contrato con el gobierno.

La creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)

El 21 de diciembre de 1936, se creó una agencia petrolera propia del gobierno boliviano denominada YACIMIENTOS PETROLÍFEROS FISCALES BOLIVIANOS (Y.P.F.B.) que se hizo cargo de la incipiente explotación e industrialización petrolera. El mismo año mediante Decreto Supremo se declararon de RESERVAS FISCALES TODAS LAS ÁREAS DONDE SE SUPONEN EXISTENCIAS DE PETRÓLEO.

En 1937, se dictó una Resolución Suprema declarando caducas las concesiones petroleras en favor de la compañía americana, debido a ciertas irregularidades cometidas por los concesionarios; y ese mismo año, la entidad estatal (Y.P.F.B.) empezó a operar con los yacimientos petroleros, cuyos resultados fueron escasos a pesar de sus grandes esfuerzos.

En 1942, se llegó finalmente a un acuerdo entre el gobierno boliviano y la Standard Oil Co., por el cual la empresa recibiría un millón de dólares más los intereses de ese capital, desde 1937 a cambio de la renuncia de los derechos que le asistían por el contrato y los trabajos realizados.

Desde 1950, previendo el futuro del petróleo boliviano, los gobiernos prestaron toda su ayuda a YPFB para la explotación y exploración en gran escala.

Merced al trabajo desarrollado en la década anterior y al descubrimiento de nuevos yacimientos, el país logra transformarse de país importador de petróleo a país exportador. Hasta entonces, la producción no había logrado abastecer la demanda interna, por lo cual se considera esta década como la "Etapa de Oro" de YPFB.

Otro hito fundamental es el inicio de las operaciones del oleoducto Camiri-Yacuiba que permitiría la exportación a la Argentina. En la segunda mitad de esta década, también se inicia la construcción del oleoducto Sica-Sica - Arica que permitiría realizar exportaciones de petróleo a Chile y otros países.

En 1955, el Gobierno del Presidente Víctor Paz Estenssoro promulga el Código del Petróleo, permitiendo el ingreso de capitales privados al negocio de los hidrocarburos.

Mural “Historia del petróleo en Bolivia” de Solón Romero

A principios de los años '60, el crecimiento de la empresa y la producción de sus campos se estancan, obligando a YPFB a tomar créditos internacionales para desarrollar nuevos trabajos de exploración y perforación.

En 1966 se perfora el pozo Monteagudo, con excelentes resultados. En 1967, se descubre San Alberto en Tarija. Esta década también marca la creación de la División de Gas en la Gerencia de Refinerías y Oleoductos en la empresa estatal.

En 1969, durante el gobierno de Alfredo Ovando Candia, se produce la segunda nacionalización de los hidrocarburos, entregados en concesión a través del Código del Petróleo a la compañía norteamericana Gulf Oil. Mediante un decreto ley, la nacionalización es impulsada por Marcelo Quiroga Santa Cruz, Ministro de Minas y Petróleo. El responsable del control y toma de los campos petrolíferos de la petrolera es el general Juan José Torres, posteriormente Presidente de la República.

En los años '70 se promulga la Ley General de Hidrocarburos que define el marco de los nuevos contratos de operación. También se da inicio a la exportación de gas a la Argentina.

Durante estos años, YPFB crea la División Santa Cruz, que controlaría la producción de diferentes campos de gas, y sobre cuya estructura se crearía la posterior Gerencia de Producción.

La década de los '80 es signada por una gran inestabilidad política, generada por diferentes golpes de Estado, mientras YPFB sufre los embates de la crisis económica y la hiperinflación. El Gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro logra conjurar la crisis con el cuestionado decreto 21060.

Los años '90 se inauguran con la firma del polémico convenio "Borrón y Cuenta Nueva", un acuerdo político perjudicial para las finanzas de la empresa, por el cual se cancelan las obligaciones de la estatal argentina Gas del Estado con YPFB. No obstante, nuevos pozos descubiertos comienzan a producir y a mitigar de alguna manera los efectos de esta mala negociación.

De la capitalización a la nacionalización de YPFB

Durante el proceso de capitalización de la empresa, conducido por Gonzalo Sánchez de Lozada a partir de 1996, YPFB es literalmente desmembrada en empresas de capitales privados (Andina, Chaco, Petrobras y Transredes, capitalizada por la quebrada norteamericana Enron), que le pagan al país un magro 18% en concepto de regalías. Esta situación, que inicialmente es disimulada por el ingreso de importantes montos de inversión extranjera, provoca luego un creciente malestar social que finalmente explota durante el segundo gobierno de Sánchez de Lozada en los sucesos sangrientos de febrero y octubre negro del 2003, donde el pueblo sale a las calles a protestar y es duramente reprimido. La muerte de más de 70 personas en esas jornadas trágicas signan su renuncia e inmediata fuga a los Estados Unidos.

En 2004, el Presidente Carlos Mesa convoca a un referéndum vinculante cuyo contenido hace referencia específica a la propiedad de los hidrocarburos, a la derogación de la Ley de Hidrocarburos promulgada por Sánchez de Lozada, y a la refundación de YPFB. El referéndum es aprobado por una mayoría aplastante. El Congreso aprueba una nueva Ley de Hidrocarburos gravando la producción con 32% de impuestos, pero manteniendo las regalías en 18%. Mesa se niega a ratificar la Ley y los movimientos sociales exigen la nacionalización total de los hidrocarburos.

La crisis política desatada termina por provocar la renuncia del Presidente a su cargo. Luego de un Gobierno de transición encabezado por el Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé, Evo Morales Ayma asume la Presidencia de la Nación luego de una victoria inédita en Elecciones Generales, apoyado por más del 54% de los votos.

Nacionalización de Yacimientos Petroliferos Fiscales Bolivianos (YPFB)

El 1º de mayo de 2006, el Presidente Evo Morales nacionaliza los hidrocarburos recuperando su propiedad para los bolivianos. YPFB renace y el 29 de octubre se firman nuevos contratos con las compañías petroleras privadas estableciendo hasta el 82% de regalías en favor del Estado boliviano, en la mejor negociación lograda jamás para el país.

Fuentes: “Geografía General y de Bolivia” ed. BRUÑO y (ypfb.gob.bo)