La Paz, 7 feb.- En Bolivia, el carnaval se vive y se celebra de formas tan diversas como su gente misma. La variedad de costumbres que conviven en ella manifiestan no sólo su característica multi, pluri e intercultural; sino también, la adopción de prácticas foráneas que persiguen la ostentación de alegría y jolgorio, acompañado por cierto descontrol humano.

Este sincretismo resultante de la interrelación de costumbres es a lo que el historiador Jesús Llusco definió como “mestizaje cultural”.

Luego de asegurar que una cultura no puede vivir alejada de las demás, el experto explicó que “el mestizaje cultural se da en esta interrelación con otras culturas”.

“Nuestro carnaval, como todo en Bolivia, es muy diverso”, sostuvo entretanto el historiador Fernando Cajías en una entrevista brindada a Cambio, quien explicó que esta combinación de costumbres en nuestra región se dió a partir de la llegada de los españoles, durante el periodo de la consquista de América.

“Tras popularizarse en Europa, la festividad llegó a América con la conquista española y se arraigó con fuerza en el Nuevo Mundo, al mezclarse con las tradiciones indígenas”, afirmó el experto, antes de mencionar que a partir de ello adoptó otras características.

Al provenir de una tradición cristiana, la historia devela que el carnaval es una celebración pública que tiene lugar antes de la cuaresma (40 días antes que el Domingo de Ramos que a su vez es el domingo anterior al Domingo de Resurrección).

“En nuestro país estamos tan entrelazados en nuestras costumbres que formamos un entretejido diverso, pero perfecto”, consideró por su parte el sociólogo David Mendoza.(Cambio)