6 ago.- La historia del nacimiento patrio ha merecido más de una investigación profunda y prolija. Múltiples miradas, hechos e interpretaciones se han tejido en torno de aquellos prolegómenos de la creación de la República de Bolívar, hoy Bolivia. Uno de ellos es precisamente aquel dato que se refiere a Oruro, que bien pudo haber sido la cuna de la fundación.

El historiador Humberto Vázquez Machicado, en su libro Orígenes de la Nacionalidad Boliviana (Bolivia en su historia, 1975), señala que el Decreto del 9 de febrero de 1825, aprobado por el Mariscal Sucre, fijó como fecha el 10 de abril y como lugar Oruro para la reunión de la Asamblea que debiera deliberar sobre la suerte de las provincias del Alto Perú. Sin embargo, fue aplazada primero para el 25 de mayo y finalmente instalada el 10 de julio de 1825, pero en la ciudad de La Plata, Charcas o Chuquisaca.

El decreto de Sucre, señala Vázquez Machicado, definió el objetivo principal de la Asamblea que debería “sancionar un régimen de gobierno provisorio y decidir sobre la suerte y los destinos de estas provincias, como sea más conveniente a sus intereses y su felicidad”.

“El 9 de febrero, a los dos días de llegar a La Paz, Sucre promulga el decreto redactado en Puno la noche del 2; decreto que con razón es considerado como básico para la nacionalidad. En virtud de él, se convocaba a una Asamblea de Diputados que, reunida el 10 de abril en Oruro, resolvería la surte de las cuatro provincias altoperuanas”, señala el historiador.

El mencionado decreto “no fue sino la consagración por parte de la suprema autoridad del momento... y la consecuencia lógica de ello debería ser lo que fue: la deliberación de una asamblea que resuelva la soberanía, sea propia o ajena, bajo la cual deberían vivir los pueblos”, dice Vázquez Machicado.

Frontis de la Alcaldía de Oruro

La carta de Cusco

El antecedente del decreto del 9 de febrero de 1825 está registrado en una carta que Sucre envía a Bolívar desde Cusco, el 8 de enero de ese año. Conocedor del clima político de ese momento y sabiendo que el Libertador compartiría la idea, Sucre escribe: “Tenemos que trabajar en un país que no es el del Perú ni parece que quiere ser sino de sí mismo”.

El mencionado decreto generó controversia entre Bolívar y Sucre, pues a diferencia de este último el Libertador soñaba con la construcción de una sola gran nación colombiana y en ello trabajaba. Si bien Sucre sentía a plenitud el termómetro político del Alto Perú, Bolívar “veía con claridad que estas divisiones traerían la anarquía a los pueblos que había emancipado”. Sucre también advertía los riesgos y lo que vendría después.

Vázquez Machicado recoge las intenciones de Sucre cuando éste le escribe a Bolívar el 3 de febrero de 1825: “Anoche, pensando en los negocios del Alto Perú, he arreglado las ideas del decreto adjunto para darlo al llegar a La Paz si aquellas cosas tienen buen semblante. Lo quería dar a nombre de Ud. pero no sabiendo si esto lo comprometiera, como todo el mundo sabe que lo que nosotros hacemos bien es dirigido por Ud. He excusado meterlo en este papel, porque si tiene resultados buenos a Ud. le toca la dirección y si sale mal no he comprometido su nombre”...

El historiador subraya con base de los antecedentes señalados: “De allí pues que el Gran Mariscal de Ayacucho don Antonio José de Sucre sea el ideador, fundador y ejecutor de la Constitución Política del Estado Boliviano; Bolívar árbitro de los destinos de ambos Perú, quien dio la sanción respectiva para su real efectividad”.

Oruro en horas decisivas

Desde su fundación, el 1 de noviembre de 1606, bajo el nombre de Villa de San Felipe de Austria, la ciudad estuvo marcada por el influjo de los precios de los minerales. Para el día de su fundación, Oruro ya contaba con 15.000 habitantes entre mineros españoles, criollos, negros e indígenas de las etnias uru, quechua y aymara, según datos sociodemográficos de la época.

Si el 10 de abril de 1825 la Asamblea que diera lugar al nacimiento de la nueva República independiente no fue realizada, por los avatares de la política del momento, 182 años después Oruro fue escenario de un hecho trascendental como la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado plurinacional.

Mientras en 1825 la Asamblea de creación de la República se trasladó de Oruro a Sucre, en diciembre de 2007, la historia justiciera hizo que la última sesión de la Asamblea Constituyente pase de Sucre a Oruro, en medio de la tenaz lucha de intereses que han agitado las aguas de la política boliviana de manera sostenida desde su creación.

Hoy, 6 agosto de 2012, se abre nuevamente el escenario orureño para celebrar un aniversario más de Bolivia, inmersa en un proceso de transformaciones que el presidente Evo Morales ha definido como el paso del “Estado colonial mendigo al Estado plurinacional digno”. (RAMIRO RAMÍREZ S. / Cambio)