La Paz, 3 jul.- Después de 72 horas de espera y especulaciones en las redes sociales, el Ministerio de Salud ha confirmado que los dos casos de médicos internados con cuadros reservados se deben al arenavirus, un brote viral que se transmite a través de roedores, como el hantavirus, que viven en zonas selváticas como Caranavi, donde se produjo el contagio inicial.

“Estamos en condiciones de informar a la población que los resultados de laboratorio señalan que se trata de un Arenavirus del Nuevo Mundo”, cita un comunicado de ese ministerio. Se remarca que si bien el vector es el roedor del género calomys, el contagio se produce también por contacto entre personas, mediante fluidos corporales como la sangre.

El roedor del género calomys es el vector de este tipo de virus selvático.
El roedor del género calomys es el vector de este tipo de virus selvático. / Foto:MONTAJE

“Este virus no es un riesgo para la comunidad en general. Quienes están más en riesgo son aquellos que viven cerca de roedores selváticos infectados y los trabajadores de la salud que entran en contacto con personas infectadas”, agrega la nota oficial.

Un segundo grupo del ministerio junto a personal de la Organización Panamericana de la Salud – OPS se trasladó hoy a Caranavi, a fin de hacer la vigilancia mastozoológica en la región.

Asimismo, el despacho estatal informó que el cuadro clínico de uno de los médicos infectados, que se encuentra aún en terapia intensiva en el Hospital Obrero, presenta una evolución favorable; mientras el otro galeno que fue ingresado a la Caja Petrolera todavía está con pronóstico reservado.

Sobre los otros tres casos que el martes fueron reportados en centros médicos, se ha descartado a uno y dos están en observación, mediante los análisis de laboratorio respectivos.

Consultada sobre el pedido de declaratoria de alerta sanitaria en La Paz, la ministra del área, Gabriela Montaño, descartó esa posibilidad pues considera que este es un evento epidemiológico importante, pero controlable.

El Colegio Médico de La Paz y el Sindicato de Ramas Médicas y Afines – SIRMES, habían exigido que se haga esa declaratoria para evitar la propagación de lo que parecía una mutación del hantavirus.

El primer caso se reportó en Caranavi, el pasado 20 de mayo, con la residente Ximena Cuellar, que cumplía funciones en el hospital municipal de esa región. Los diagnósticos errados de dengue o fiebre hemorrágica no permitieron una atención oportuna a la paciente; incluso su familia denunció negligencia médica y otros delitos, porque se obligó a la galena a seguir trabajando una semana.

Cuellar llegó a la sede de gobierno el 28 de mayo, pero a los pocos días falleció debido a las complicaciones y hemorragia interna. Los dos médicos que hoy se encuentran en tratamiento, Gustavo Vidales y Marco Antonio Ortiz, tuvieron contacto con la internista.

El presidente del Colegio Médico, Luis Larrea, pidió acciones de emergencia para desratizar Caranavi, pues explicó que esos roedores se multiplican y entierran sus excreciones, que luego pueden ser absorbidas en el agua, alimento o llegar a la gente que ahora corre riesgo de contagio.