El Alto, 16 jul.- Santiago Poma viene trabajando más de 20 años en la música electrónica, recuerda haber empezado cargando parlantes en la década de los 90s, desde niño soñaba tener su propia amplificación y organizar eventos al estilo europeo.

Hoy, este DJ alteño se ha convertido en un empresario de la farándula, pues tuvo la astucia incluso de traer grupos y solistas de otros países a Bolivia.

Santiago Poma muestra orgulloso el oficio DJ.
Santiago Poma muestra orgulloso el oficio DJ. (Foto: Alberto Medrano)

A la edad de 45, Poma hizo la apertura de la discoteca Gala ubicada a pocas cuadras de la plaza Juana Azurduy de Padilla en la zona Villa Dolores, donde se escuchan canciones de diversos géneros musicales desde folklóricas hasta música en vivo.

Se define como enganchador, animador, locutor y maestro de ceremonia. Al margen de trabajar como administrador de una discoteca se halla a cargo de una empresa de gasolina ubicada en la avenida La Paz, en plena avenida Juan Pablo II de El Alto.

“En pocas palabras el discjockey es el amenizador de una fiesta, mezclar discos en máquinas programadas, estos artistas son auténticas estrellas de la música electrónica y otros géneros”, explica Poma.

Este emprendedor cada fin de semana viste una chamarra de cuero y jeans, tiene una mirada coloquial, mientras su peinado posee algunos cabellos blancos que ocultan los sinsabores y obstáculos que tuvo que atravesar desde su infancia.

Desde una explicación técnica para Poma el trabajo de un discjockey radica en la “combinación de dos aparatos que permitan reproducir el sonido y alternar consecutivamente entre uno y otro, que generen una corriente continua de música sin saltos explotando reproductores de discos de vinilo, reproductores de discos compacto, dispositivos móviles y todo tipo de software especializado para reproducir música”.

Este artista selecciona y mezcla música grabada propia o de otros compositores y cantantes, con el propósito de ser escuchada por una determinada audiencia. Originalmente, el término disc (o comúnmente disk en inglés americano) se refería a los discos fonográficos, y no a los posteriores discos compactos. Hoy, el término incluye cualquier tipo de reproducción de música, independientemente del medio del que se use.

Texto y Foto: Alberto Medrano / EABOLIVIA.COM