La Paz, 24 dic.- Con la llegada del creador también llegan días de esperanza y armonía para el siguiente año, y, como es costumbre, para estas fechas cada ciudad se pinta de colores y se respira aire de fiesta.
De acuerdo con el sacerdote Xavier Albó, estas fechas son días de esperanza y días de cambio, porque con el nacimiento de Jesús nos sentimos más cerca de Dios y la Virgen María. “Es un momento para renovar la fe en Jesucristo”.
El sacerdote comparó la celebración de Jesús con la fiesta del Solsticio de Verano, en la que se busca un cambio de actitud, “Hay una sintonía para un mejor reencuentro”.
Manifestó que en las áreas rurales la celebración es más espiritual que comercial, como sucede en las ciudades, donde la compra de regalos es lo más importante.
Afortunadamente, dijo Albo, en muchas poblaciones del país aún persisten valores solidarios y sentimientos de unidad.
Por su parte, el pastor de la Iglesia Cristiana de la Familia Óscar Lima señaló que recordar la llegada de Jesús es evocar a un Dios amoroso, preocupado por el mundo.
Jesús no tuvo un hogar, fue discriminado, ignorado; así llegó, y hoy se vive mucho de esta realidad, manifestó Lima.
Expresó que es necesario unirse al creador, transformar las familias y los pueblos, “Dios quiere revelarse a nosotros sanando nuestro corazón, enseñándonos a amar, hemos llamado amor a cosas que no nos enseñan nada, sostuvo el Pastor.
Esta noche las familias se reunirán para esperar el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios.
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