La Paz, 4 jul.- Sonia Mejía aprendió a tejer de su madre. Comenzó con pequeñas prendas para su muñeca y luego se animó a hacer una chompa para ella. Le gustó. Desarrolló su habilidad con el croché y desde hace dos años empezó a comercializar sus obras a mayoristas que las venden en la feria de la zona 16 de Julio de El Alto.
“Cuando sabes los aritos, todos los puntos se van haciendo, como el punto hojita, punto patita o el punto escoba”, describe Sonia Mejía, elegida Cholita Paceña 2012 el 1 de julio.
Elabora una manta en casi una semana, la vende en algo más de 300 bolivianos, en un trabajo en el cual invierte 160 bolivianos.
“No se demora mucho, (aunque) depende de la experiencia y la imaginación”, apunta la Sonia Mejía, natural de la provincia Inquisivi.
Su hogar está en la frontera del departamento de La Paz que se une con Cochabamba por un río caudaloso. Ahí está su papá.
Hace tres años que lo dejó y se vino a la ciudad de La Paz a terminar sus estudios de bachillerato. “Aún no le dije que gané”, dice Sonia Mejía, quien define como “un gran orgullo el ser electa como la Cholita Paceña 2012” luego de haber participado en el certamen en tres ocasiones.
“Para mí significa un orgullo demostrar cómo es la cholita paceña, porque antes era humillada, discriminada”, manifestó Sonia Mejía mientras acomodaba su sombrero Borsalino, adornado con joyas de oro.
Al margen de su trabajo en el tejido, Sonia Mejía estudia gastronomía en Infocal y se está preparando para ingresar a los vestibulares de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
A Sonia Mejía, Cholita Paceña 2012, no le atemoriza el saturado mercado de los comunicadores y afirma que “es lo que quiere hacer”.
Desde el lunes, la vida de Sonia Mejía cambió totalmente. Cada mañana tiene entrevistas pactadas y eventos a los cuales debe asistir.
Su agenda está sincronizada por personal de la Oficialía Mayor de Culturas de la Alcaldía.
“Ellos nos llaman y nos dicen tienen que estar en tal lugar a esta hora”, comenta Sonia Mejía, que no obstante de esta situación se da tiempo para tejer.
