La Paz, 2 nov.- Familiares de desaparecidos en las dictaduras, de los caídos en la denominada Guerra del Gas y otros héroes —que no dudaron en dar la vida por los demás para ver una patria libre y con democracia— se congregaron ayer para recibir a sus difuntos con mesas colmadas de flores, pan, frutas, dulces, platos de comida, bebidas y otros manjares.

“Eran personas que nos demostraron que era posible dar la vida por los demás. Eran personas que creían que era necesario transformar nuestra realidad para que no haya más injusticia y que no haya niños que duerman sin comer y sin ir a la escuela”, manifestó ayer la presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de las Dictaduras (Asofam), Nila Heredia.

Más de un centenar de personas acompañaron el acto desarrollado por Asofam en el atrio de la Iglesia San Francisco, en el centro paceño.

Similar cantidad de gente se congregó en la ciudad de El Alto para elevar una oración ayer a mediodía para recibir a las almas de los héroes caídos en la Guerra del Gas.

En la oportunidad, el presidente de la Asociación de Heridos de Octubre de 2003, Justino Quispe, y el exdirigente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve), Abel Mamani, coincidieron en afirmar que las almas de los caídos en 2003 no descansarán hasta que se haga justicia y Gonzalo Sánchez de Lozada y sus colaboradores paguen por la masacre.

Más de un centenar de personas se congregaron alrededor de la mesa para desaparecidos en dictaduras.

Mesas de personajes notables

Una de las tumbas a la que ningún día del año le falta una flor fresca es la de Carlos Palenque, relata el administrador del Cementerio General de La Paz, Alexis Tavera, quien estima que al menos unas 10 mil personas visitaron ayer el camposanto paceño.

La mesa sobre la tumba del ‘compadre’ —músico y comunicador social reconocido por la gran cantidad de obras sociales realizadas a favor de los más pobres— fue una de las primeras en ser armada ayer en la mañana.

Margarita Machicado es la que se encarga de levantar el altar sobre la tumba del ‘compadre’ como una forma de agradecimiento por la ayuda que recibió hace años. “Él siempre nos enseñó a seguir adelante, trabajando y ayudando a los demás”, afirma ella mientras acomodaba la mesa.

Otra de las tumbas de personajes notables de Bolivia es la del expresidente Germán Busch, que tampoco carece de flores durante todo el año.

Así comenzó ayer la celebración de Todos Santos. Profundizando la unidad familiar de quienes partieron y están de visita hasta hoy.