La Paz, 5 jul.- El diálogo entre Bolivia y Chile sobre la agenda de 13 puntos, que incluye la demanda marítima y que se retomará el 12 de julio, es acechado por intereses de “terceros” y por sectores internos bolivianos que pretenden “defenestrarlo” porque temen que una probable salida del país al océano Pacífico pueda generar réditos políticos para el Gobierno boliviano.

El razonamiento corresponde al cónsul de Bolivia en Chile, Wálker San Miguel, quien llegó al país. El diplomático, en una entrevista en el canal televisivo estatal Bolivia TV, dijo que el ambiente previo a la reunión de la Comisión Mixta de ambos países es clave para avanzar en el nivel de las relaciones, posiblemente al nivel de cancilleres, a una negociación propiamente dicha y a un relacionamiento de Estado a Estado.

Los vicecancilleres de Chile y de Bolivia, junto a sus equipos técnicos y otros funcionarios, prevén reunirse del 12 al 13 de julio en la ciudad de La Paz para revisar el avance de la agenda bilateral de 13 puntos, que incluye el tema marítimo y el uso por parte de Chile de las aguas del manantial boliviano Silala, entre otros aspectos.

En ese contexto, el diario el Mercurio de Chile difundió la pasada semana trascendidos de que La Moneda (Palacio presidencial de Chile) se habría cerrado a conversar sobre un acceso boliviano al mar con soberanía. Esas versiones recibieron amplia cobertura mediática privada en Bolivia. Incluso, legisladores de la oposición cuestionaron al canciller David Choquehuanca y añadieron que la demanda marítima no fue tocada en la reciente asamblea de la OEA, situación que fue desmentida por la Cancillería boliviana.

Al respecto, el Cónsul San Miguel dijo que “hay terceros interesados en que se defenestre toda aproximación propositiva entre Chile y Bolivia, y obviamente para el caso boliviano es estratégico resolver el tema marítimo”.

El diplomático citó declaraciones del presidente Evo Morales en sentido de que, tiempo atrás, algunos sectores empresariales vinculados a la Cainco “si no me equivoco” —dijo San Miguel—, una organización empresarial de Santa Cruz, “dijeron que no hay que permitir que se resuelva el tema del mar porque (Evo Morales) se eternizará en el país”.

Explicó que ese tipo de miradas mezquinas minimizan el papel del Canciller en la reivindicación marítima. “Hay un halo de susceptibilidades, de recelo, hay también intereses de mentalidades anquilosadas en el siglo 19 y 20. (En cambio) hoy estamos en el siglo 21 y hay espacios como el Mercosur, la CAN, donde ya se tratan estos temas”.

“Se quiere crear un mal ambiente (antes de la reunión Bolivia-Chile), el ambiente es muy importante”, agregó el Cónsul boliviano, quien indicó que lo prudente es aguardar los resultados de la cita del 12 y 13 de julio y no “poner piedras en el camino delicado”, en el cual ya se construyen confianzas mutuas.

Destacó que países como Venezuela, Brasil, Argentina y otros apoyaron en el seno de la OEA la resolución del conflicto entre Bolivia y Chile.

También destacó los lazos entre militares de ambos países y el ambiente favorable de sectores académicos y empresariales de Chile para que la relación bilateral no vuelva al enfriamiento o a los insultos.

En 1879, Chile invadió Bolivia y se apropió de 400 kilómetros de playa y 140.000 kilómetros de territorio. (cambio.bo)